Una de las patologías a la que más nos enfrentamos los oftalmólogos es al ojo seco. Antes que nada debemos puntualizar. El ojo es un órgano que debe permanecer húmedo todo el tiempo con el fin de funcionar de manera óptima. Para ello tiene un sistema propio cuyo producto final son las lágrimas. Esta substancia que se encarga de lubricar el ojo es producido por las glándulas lagrimales, situadas en la parte superior de nuestro ojo. El 90% de la lágrima está compuesta por agua, otro pequeño porcentaje es grasa, que no permite que ésta se evapore, y una serie de proteínas que sirven como factor de nutrición en estructuras como la córnea y como sistema de defensa. Cuando no se produce la suficiente cantidad de este lubricante, o su calidad disminuye se presenta lo que conocemos como ojo seco. El ojo seco puede ser leve, moderado, severo o muy severo. La causa principal que produce este padecimiento es la disminución de las hormonas en pacientes femeninas, aunque también se presenta en el sexo masculino. Otras causas importantes son trauma ocular, cirugías oculares tanto en el ojo como en sus párpados, artritis reumatoide, lupus, consumo de medicamentos para la presión arterial, trauma en la glándula lagrimal, etc. También puede haber factores hereditarios.
Por lo general el paciente tiene sensación de basura, sensación de resequedad, malestar por las mañanas. Sí la lágrima es de mala calidad, y no se adhiere adecuadamente al ojo, el paciente por el contrario tendrá una sensación de lagrimeo constante. El diagnostico debe ser hecho por el oftalmólogo, y requiere una detallada historia clínica, una detallada exploración oftalmológica, tinción corneal, medición de la cantidad de lágrima, etc. Por lo general el manejo se basa en el uso de lágrimas artificiales, las cuales cada día son más específicas dependiendo el tipo de ojo seco que padecemos. Sin duda, no todas las lágrimas artificiales son iguales. Sí el problema es más severo, existen otras maniobras y elementos que pueden ayudar. En nuestra clínica, tenemos el personal capacitado para el manejo adecuado de esta patología.